martes, julio 08, 2008

El desasosiego

Veo que las cosas se tienen o simplemente no.

Es decir, las proximidades desenfocan, pueden semejar señales que al final son equívocos vistos desde el autoconvencimiento.

¿Tengo habilidad para manejar rápido? No.

Puedo deslizar el pie en el pedal y saber si es posible mantener el control mientras la aguja se mueve de izquiera a derecha, sin que eso signifique que podré llevar la situación dentro de los límites normales de riesgo por un buen rato. Estoy ahí, cerca, otros minutos, pero sólo un instante.

Hay diálogos, voluntades, resultados, y cuanta proximidad sea fácil reconocer aún con un repaso rápido. Sí. Siempre ronda la certeza que espera alimentarse de costumbre.

Ronda, sí. ¿Y?

Parte de todo es el intento, que responde al olfato y al tacto incluso frente a la gradería desolada, cuando los boletos vuelven a juntarse bajo una escoba.

Por supuesto. Pero intentar y tener son expresiones con una diferencia básica, y es que el segundo no es un verbo regular.