sábado, noviembre 21, 2009

En la mirada

Volvió a sentir la necesidad de abalanzarse, al estilo que sólo Carmen podía hacerlo. Mientras la parte alta del habitáculo dejaba titilar los diminutos e infinitos centelleos, gracias a los cuales desarrolló el arte de suspirar.

-Si tuviera siete segundos en los que sólo pudiera mirarte, te diría en un parpadeo que tan pronto se acabara mi tiempo volvería a besarte con los ojos cerrados.

Era esa la forma que eligió para enterarlo sobre su firme determinación de que todo lo que moldeaba a su lado fuera perfecto, sin que algo pudiera siquiera hacer el intento de desencajarlos. Incluso ella misma, con su acostumbrada forma de poner la rúbrica ‘Carmen’ en todo cuanto emprendía.

1 Comments:

At 10:31 a. m., Blogger Ranma said...

Siete segundos...por qué siempre serán siete?
Extrañaba tus posts!

 

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