miércoles, agosto 02, 2006

Nada cambia

Hablé con Carmen, no por casualidad pues desde hace un tiempo estábamos intentando enviarnos señales de sobrevivencia, y resultó reconfortante saber que el frío es siempre ‘el más insoportable que puedas imaginarte’ en cualquier parte del mundo. Nadie se acostumbra del todo a sentirse cubierto de ropa y a la vez impotente para conservar calor. Pasa aquí y pasa allá.

Lo cierto es que no era importante el número de cobijas que tuviéramos cada uno encima. Decidió aparecer del nunca después para soltarme una de esas bombas que solía regalarme cuando íbamos y veníamos de un lado a otro del pasillo en el supermercado: estoy a punto de mandarte a la mierda, me harté de este peinadito al estilo Julie Andrews, conocí a la querida de mi papá y me pareció fantástica.

Siempre ha logrado desconcertarme con sus revelaciones intempestivas, al punto de olvidar el queso en la estantería de los licores. Esta vez todo fue más previsible pues, como no hablábamos desde hace tanto, su voz en el teléfono era ya un aviso de lo venidero; sin importar que el acostumbrado carrito hubiera desaparecido. Comenzó con una extensa serie de rodeos que incluyeron preguntas por los viejos conocidos, las travesuras de los gatos y el sabor de la sopa casera que compartíamos de cuando en cuando. Todo seguía igual.

Cuando fue insostenible tanta tonta maniobra para aplazar el golpe, el acostumbrado sarcasmo asomó por sobre su hombro izquierdo y se abalanzó contra mi cara como un áspid.

-¿Al final, fue difícil no olvidarme?

Cervantes, el Pambe, estaría dichoso de medirse con esa zurda.

4 Comments:

At 10:41 p. m., Blogger Unknown said...

como no tiene cajita, le dejó acá el saludo que le tenía pendiente desde hace días.

 
At 12:04 p. m., Blogger Ivan said...

Padawan: Muy bien que se acuerde de los mortales. Es como útil la cajita, ¿no?. Nospi.

 
At 10:41 a. m., Blogger Roberto Angulo said...

Esta muy bueno este post compadre. Las mujeres nunca meten un lucky punch, siempre tienen un plan, como esta zurda premeditada.

 
At 9:46 a. m., Blogger Ivan said...

Roberto: Es que eso es lo desgastante, el trabajo sicológico. Lo físico las tiene sin cuidado y termina por convertirse en consecuencia.

 

Publicar un comentario

<< Home